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[rev_slider alias=»ebook-filtro-web-360×280″][/rev_slider]Aunque no es la principal función de un proxy web, muchas implementaciones además de permitir controles y cumplimiento con políticas de acceso, también pueden ayudar de manera considerable en el ahorro de banda para las empresas.
El término economía de banda, aplicado en este artículo, no está relacionado con crear mecanismos que impidan a los usuarios utilizar recursos como streaming, radio online, redes sociales, herramientas de backup en nube, etc. Por el contrario, el concepto presentado se centrará en la economía de recursos, sin que sea necesario aplicar cambios en la política de acceso a Internet.
Pero, ¿cómo es posible? Utilizando técnicas de caching integradas al servicio de proxy es posible garantizar que determinados objetos, solicitados en sitios, sean copiados al proxy, de esta forma, si otros usuarios de la misma red acceden al mismo sitio, no habrá necesidad de proceder con una nueva petición a Internet, ya que el dato se almacenará en el proxy.
Para pequeñas empresas, el caching puede ofrecer una experiencia de navegación más rápida para el usuario, esto es bueno, pero tiene poco impacto financiero para un negocio. Para las medianas y grandes empresas el caching representa más de velocidad para los usuarios, pero trae ahorros financieros al permitir que un enlace de menor velocidad atienda a un número mayor de empleados.
En este artículo vamos a tratar acerca de cómo ahorrar banda utilizando el recurso de caching presente en varias soluciones de proxy web disponibles en el mercado.
¿Qué es caching?
Una vez que el proxy es un intermediario activo responsable de todo el tráfico entre dos partes (generalmente de usuario y un servicio/sitio en Internet), automáticamente se convierte en posible acceder a los contenidos tanto como respuesta de solicitud.
Este posicionamiento es fundamental para entender cómo es el funcionamiento, en general, de una estructura de caching. Los objetos solicitados por los navegadores a través de las instrucciones contenidas en el código de las páginas, que pasan a través del proxy, pueden ser almacenados localmente (grabado en disco u otro dispositivo de almacenamiento), permitiendo que otras peticiones se descarguen localmente, en lugar de ir a la Internet, generando una velocidad de acceso muy superior.
Imagine una empresa que posee aproximadamente 200 empleados, accediendo diariamente a internet a través de sus computadoras. Es común que los sitios de noticias u otros contenidos sean consumidos de forma igual por varios usuarios a lo largo del día.
Sin almacenamiento en caché de la estructura de todas las solicitudes realizadas por estos usuarios van a través de proxy, que se dirige a la Internet. Con el almacenamiento en caché, la mayoría de las solicitudes se siguen enviando a internet, sin embargo existe un considerable ahorro de ancho de banda, ya que ciertos tipos de objetos se almacenan localmente, optimizando el acceso.
Si cada usuario consume alrededor de 20Mb diario de Internet, tenemos un total de aproximadamente 4Gb. Si el 30% de este tráfico son sitios comunes a ellos, y para esto hay 2Mb de almacenamiento en caché por usuario, al final del día el almacenamiento en caché traerá un ahorro de 400 Mb uso de Internet, aproximadamente.
Esto es sólo un ejemplo de cómo el caching puede realmente ayudar al ahorro de banda en una empresa. El índice de ahorro puede variar mucho de acuerdo con el perfil de acceso de la empresa, y también del tipo de solución utilizada.
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Soluciones de caching
Hay varias aplicaciones de caching y niveles de especialización. En entornos corporativos es natural trabajar con caching de determinados objetos, y eso es suficiente. Sin embargo, para grandes proveedores, realizar caching de streaming puede ser muy interesante para ofrecer mejores tiempos de respuesta a sus suscriptores, además de ahorros a gran escala de banda.
Por lo tanto, es importante identificar y caracterizar muy bien la necesidad de ahorro de banda para crear una alineación correcta de la expectativa de solución. Para la mayoría de los casos de empresas, de los más variados portes, combinar el recurso de proxy web con caching es bastante satisfactorio.
El caching se almacena en discos magnéticos de baja o alta velocidad, dependiendo de la criticidad del ambiente. Además, es común mantener objetos más solicitados en un espacio de memoria, para que se evite operaciones de lectura y escritura en los discos, que acaban siendo mucho más lentas que descargar el objeto de la memoria.
Hay varios algoritmos para distribuir el almacenamiento, seleccionar objetos que se deben almacenar, cómo hacer la actualización, así como la política de sustitución, teniendo en cuenta que el espacio destinado a caching no necesita ser necesariamente dedicado, y siempre tendrá espacio finito.
¿Está listo para buscar o maximizar su solución de caching? Cuéntenos sobre sus experiencias.
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