Aprendizaje y descubrimiento 5min de Leitura - 17 de febrero de 2023

Conoce la importancia de la Gestión Continua de Vulnerabilidades (GCV)

Gestão continuada de vulnerabilidades - GCV

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Con miles de nuevos ataques virtuales surgiendo a diario, ya es parte de la rutina de las empresas más seguras contar con métodos que chequeen constantemente en busca de amenazas, como un ciclo que se repite. Es decir, estas empresas ya han adoptado lo que se denomina gestión continua de vulnerabilidades (GCV).

Este proceso implica identificar, evaluar y corregir las vulnerabilidades de seguridad de la información en todos los sistemas que utiliza una empresa, incluidos la red, el software y los servidores. Al fin y al cabo, una red corporativa puede contener muchas vulnerabilidades a diferentes niveles, y su gestión permite reducir el tiempo en que la empresa está expuesta a esta vulnerabilidad, minimizando las posibilidades de explotarla. Con esto, los gerentes pueden priorizar las correcciones para proteger a la empresa de manera eficiente y rápida, sin comprometer la operación del negocio.

De hecho, dicho sistema de gestión funciona al señalar las vulnerabilidades más críticas e, idealmente, esto sucede incluso antes de que aparezcan los «síntomas». Después de todo, las amenazas más devastadoras solo evidencian su presencia cuando ya han causado un gran daño. Por lo tanto, el sistema recibe información contextual, que involucra datos comerciales, amenazas y riesgos, y genera recomendaciones de mitigación para las vulnerabilidades identificadas.

Por lo tanto, un programa continuo de administración de vulnerabilidades evalúa, corrige e informa problemas de seguridad en todo momento. Es así como las empresas pueden descubrir la existencia de amenazas rápidamente sin afectar el negocio, resolviendo de antemano los problemas más críticos y evitando descuidar las debilidades que pueden convertirse en grandes problemas en el futuro.

¿Cómo funciona la Gestión Continua de Vulnerabilidades?

Primero, debe hacer un inventario de los activos de la empresa. La idea es incluir todos los sistemas, desde software, hardware, sistemas operativos y servicios, recordando que es importante tener en cuenta las versiones actuales y los parches que ya se han aplicado.

Tan importante como este registro inicial es el acto de revisar este inventario con cada nueva actualización, ya sea de equipos o de software, ya que necesita reflejar fielmente la realidad. Otro punto fundamental es establecer una línea base de vulnerabilidades identificadas en este paso, ya que esto servirá de referencia a la hora de detectar nuevas vulnerabilidades. Así, se crea un punto de comparación que guiará las acciones futuras.

La siguiente etapa es la clasificación de activos. Es algo que se debe hacer en función del nivel de riesgo e importancia para la empresa, hay que priorizar ERP`s, aplicaciones sectoriales, como software para gestión financiera y de proyectos, estructuras de almacenamiento de datos.

La razón es que, sin ellos, el funcionamiento de la empresa se ve comprometido. Las actividades rutinarias no se pueden procesar y, los empleados quedan ociosos, ya que sus tareas dependen de estos activos.

Es entonces el momento de asignar puntajes a cada clase de activo, para la continuidad del proceso.

Mayor o menor exposición

El siguiente paso es organizar estos activos según su grado de exposición a vulnerabilidades específicas. A continuación, tiene en cuenta la clasificación y la criticidad de cada uno, comprobando qué riesgos orbitan a su alrededor. Es algo que se puede reforzar a través de comparaciones con listas públicas de vulnerabilidades y clasificaciones de riesgo. Por lo tanto, se identifica el nivel de exposición de cada activo a amenazas específicas: los sistemas a los que acceden los proveedores externos a través de un teléfono celular, por ejemplo, a los que en ocasiones se puede acceder a través de redes wifi públicas, son un ejemplo de una amenaza que se puede mapear.

GCV

A continuación, la idea es crear una estrategia de seguridad de activos basada en riesgos identificados y niveles de prioridad. Los profesionales deben documentar los pasos requeridos para corregir cada vulnerabilidad conocida. En este contexto, para reducir el riesgo general del sistema, es necesario monitorear y registrar continuamente cualquier comportamiento sospechoso.

Es por eso que vale la pena adoptar una estrategia de seguridad que aborde primero los activos críticos de alto riesgo. Se debe considerar la actualización de software y hardware, así como la aplicación de parches de vulnerabilidad. En caso de ser necesario, no se debe descartar la modificación de la configuración de seguridad e incluso la sustitución de tecnologías.

Pero es importante reforzar que los “arreglos/mejoras” no se limitan a modificaciones tecnológicas. Por ejemplo, se puede identificar la necesidad de cambiar procesos, o la necesidad de realizar capacitaciones de concientización en seguridad, o incluso automatizar actividades, que antes se hacían manualmente.

El siguiente paso está asociado con el ciclo de vida de la gestión de vulnerabilidades. El paso se ocupa de la evaluación de la estrategia de seguridad. Es entonces cuando se verifica si las medidas de seguridad implementadas han reducido o eliminado las amenazas. Es importante que se realicen evaluaciones periódicas, ya que son las que garantizarán que las mejoras se mantengan vigentes en el tiempo.

¿Gestión continua de vulnerabilidades (GCV) o análisis de vulnerabilidades?

No es raro que surjan dudas sobre las similitudes entre GCV y el Análisis de Vulnerabilidad. Aunque son similares, funcionan de manera diferente. Mientras que el Análisis de Vulnerabilidad se centra en la visibilidad de la situación actual, el GCV ofrece información continua en tiempo real, incluidos informes y orientación para corregir cualquier incidente.

Por lo tanto, la evaluación es el primer paso en un proceso de gestión de vulnerabilidades. La idea es recopilar información de dispositivos y sistemas en la red de la empresa, comparando la información con vulnerabilidades conocidas. Entonces basta con realizar comprobaciones a intervalos predeterminados, programando actualizaciones y parches.

Por otro lado, GCV es un proceso continuo, con un programa continuo que se ocupa de las evaluaciones de vulnerabilidad, la priorización y la corrección. Este ciclo utiliza múltiples fuentes de datos para evaluar la situación todo el tiempo, verificando el estado de los servicios críticos para el negocio varias veces.

Herramientas utilizadas en GCV

Para escanear las redes corporativas en busca de vulnerabilidades explotables, existen varias herramientas de gestión de vulnerabilidades. Exploran para encontrar puntos débiles, sugiriendo o ya iniciando acciones correctivas.

Como tal, la calidad y la velocidad son esenciales para las herramientas de evaluación de vulnerabilidades. Después de todo, la verificación puede llevar mucho tiempo en redes grandes, con la posibilidad de generar falsos positivos. Lo ideal entonces es probar el software y analizar cuánto tarda en cumplir su tarea, comparando los resultados con una evaluación manual, que en teoría debería ser más lenta y menos efectiva.

Otro punto importante es que la solución debe ser fácil de usar. Ningún negocio necesita otro sistema complicado. Además, los informes deben ser fáciles de interpretar.

También es importante que la base de datos del software sea compatible con los principales sistemas operativos ya existentes en la empresa, incluyendo aplicaciones y componentes de infraestructura. Dado que muchas organizaciones utilizan herramientas en la computación en la nube, la herramienta también debe poder detectar vulnerabilidades en este entorno.

Además, una solución de gestión de vulnerabilidades debe admitir los estándares de cumplimiento que la empresa debe cumplir, como LGPD e HIPAA, así como opciones para la revisión manual de vulnerabilidades y la priorización automatizada. Es fundamental que todos proporcionen instrucciones de corrección procesables que los equipos involucrados puedan seguir fácilmente. Después de todo, ser eficiente también significa ser accesible.

Saber utilizar las herramientas de manera efectiva es parte fundamental del proceso continuo de gestión de las vulnerabilidades de seguridad de la información. Los miembros del equipo de tecnología son los responsables de procesar y hacer aún más legible la información obtenida por estas herramientas, divulgando e involucrando a toda la organización en esta causa.

Cuanto más involucrados horizontalmente, mejores serán los resultados de implementar la Gestión Continua de Vulnerabilidades.

Mantener el negocio seguro debe ser un compromiso de todos en la empresa, no solo una tarea del sector tecnológico.

GCV tenía sentido para usted y su negocio, pero ¿necesita ayuda para implementar este proceso en su empresa? Visita nuestra web y descubre cómo podemos ayudarte.

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