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Independientemente del tamaño o área de una empresa, una de las formas más efectivas de descubrir las vulnerabilidades de la infraestructura y prevenir posibles amenazas cibernéticas es confiar en la experiencia de los equipos rojos (red teams) y azules (blue teams). En definitiva, mientras los rojos atacan, los azules defienden (clic aquí para ver el contenido completo sobre Red Team y Blue Team).
Ambos equipos juegan un papel importante en la defensa contra los ataques cibernéticos, que amenazan los datos confidenciales de los clientes y la información comercial privada. Trabajan en un entorno en el que un equipo ataca un territorio y otro defiende, donde se aplican las técnicas de invasión y protección para que tengan una acción efectiva y auténtica.
En este contexto, los equipos rojos están formados por profesionales de la seguridad ofensiva, especialistas en sistemas de ataque e intrusión. Los equipos azules son profesionales de la seguridad defensiva, responsables de mantener intactas y funcionales las protecciones de la red interna contra todas las ciberamenazas. O sea , los equipos rojos simulan ataques contra los azules para probar la efectividad de la seguridad de la red.
Estos ejércitos rojos y azules brindan una solución de seguridad integral con defensas sólidas, al mismo tiempo que generan conciencia sobre cómo evoluciona el delito cibernético. Sin embargo, hay alguien que juega el centro del campo entre los dos: el purple team.
Púrple en inglés significa morado, es decir, el color que también solemos llamar morado o violeta. Este se llamó así porque es producto de la mezcla de los dos: el color que proviene de la mezcla entre el azul y el rojo es el púrpura.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el equipo morado no es un equipo separado, sino una mezcla de miembros del equipo rojo y miembros del equipo azul. El equipo morado se concibió como un circuito de retroalimentación entre los equipos rojo y azul, y se benefició de sutiles matices en su enfoque para ser más efectivo.
Como se mencionó, el equipo morado no representa un equipo separado, sino una metodología combinada entre los equipos azul y rojo. Es un enfoque de ciberseguridad que permite a ambos equipos compartir datos de seguridad, con retroalimentación en tiempo real, para inspirar una postura de seguridad superior.
Este enfoque ayuda a desarrollar y mejorar los equipos. Los azules tienen más conocimientos sobre cómo priorizar, medir y mejorar su capacidad para detectar y defenderse de amenazas y ataques, y los rojos obtienen información de la industria sobre las tecnologías y los mecanismos utilizados en la defensa.
Beneficios del Purple Team
La primera ventaja es la comunicación. Como el propósito de los equipos rojo y azul es reforzar la seguridad de una empresa, impulsa a la organización hacia el objetivo de promover la conciencia de ciberseguridad. Con el equipo morado, la primera tarea es una comunicación clara y regular entre los equipos rojo y azul, en un flujo constante de información dentro de un esfuerzo sinérgico.
Se recomienda realizar este ejercicio al menos una vez al año y siempre que haya cambios significativos entre los dos equipos, facilita la comunicación y colaboración constante entre los equipos, promoviendo mejoras constantes en la cultura de ciberseguridad de la compañía.
Además, a menudo puede ocurrir una brecha cuando el atacante evade todas las defensas sin ningún reconocimiento o detección por parte del equipo azul. Debido al constante estado de cambio en la seguridad digital, esto no siempre indica una falta de habilidad o tecnología en el equipo azul, sino más bien la creciente complejidad de los métodos y vectores de ataque de los ciberdelincuentes. El concepto de equipo morado ayuda a mitigar esta posibilidad.
Los equipos rojo y azul, trabajando juntos, crean un flujo fluido de transferencia de conocimientos, lo que mejora la capacidad de la empresa para prevenir escenarios de ataques legítimos. Al final, los rojos mejorarán los procesos de gestión de vulnerabilidades de la empresa y el equipo azul aprenderá a entrar en la mentalidad de los atacantes. Por lo tanto, el equipo morado permite el desarrollo de mejores programas de respuesta a incidentes y procesos de detección de vulnerabilidades.
Otro beneficio es la creación de una postura de seguridad más saludable para la empresa. Al hacer uso de la comunicación constante, las pruebas de penetración periódicas, la gestión de vulnerabilidades y las políticas de seguridad y desarrollo de infraestructura mejoradas de los equipos morados, las empresas hacen todo lo posible contra la amenaza de una violación de datos real.
Límites
Si bien es fundamental que ambos equipos compartan sus hallazgos, no es ideal esperar que el Red Team se involucre en todo el proceso de gestión de vulnerabilidades, y lo mismo ocurre con el Blue Team, que no puede considerarse un grupo de hackers profesionales.
Por lo tanto, es necesario establecer tareas y expectativas claras para cada equipo, manteniendo un flujo de comunicación entre los equipos. Así, el éxito de la metodología del purple team está garantizado.
Entonces, para explotar todo el potencial del equipo morado, debes establecer objetivos claros. ¿La idea es mejorar las alertas de seguridad o las políticas y procesos de seguridad? ¿La intención es verificar que los empleados puedan protegerse contra los ataques de ingeniería social? Estas son preguntas que se pueden hacer con anticipación antes de las pruebas, para luego orientar las actividades y descubrir posibles vulnerabilidades.
Incluso con una definición precisa, la flexibilidad es importante. Después de todo, los equipos pueden identificar debilidades en un área que nadie ha considerado o crear una hoja de ruta de búsqueda de amenazas no planificada. Sea como fuere, es necesario trazar objetivos que puedan medirse al final del ejercicio, de forma que se pueda evaluar su eficacia sin mayores complicaciones.
Sin embargo, antes de implementar correcciones de seguridad, es esencial revisar y verificar cada mitigación. Hacerlo permitirá que cada parte aprenda una de la otra, lo que ayudará a cerrar las brechas, lo que conducirá a la creación de pautas de remediación prioritarias. Es algo que preocupará al equipo rojo con vulnerabilidades menos repetitivas, luego le indicará al equipo azul que busque amenazas más complejas, cumpliendo así el propósito del equipo morado de hacer que ambas partes interactúen y mejoren sus acciones.
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