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Cuando se trata de protocolo de enrutamiento, existen dos modalidades destacadas: el enrutamiento estático y el enrutamiento dinámico. Ambos tienen diferentes aplicaciones y ventajas, que definen cuándo y dónde muestran mejor sus beneficios.
Antes de profundizar en el tema, imagine el recorrido que hace un río desde su nacimiento hasta su desembocadura. Básicamente sigue el mismo tramo durante mucho tiempo. Pero, ¿y si hubiera algún problema que bloqueara el flujo del agua, que lo dejara paralizado, sin desbordarse y sin llegar a su destino?
La metáfora mencionada, ayuda a explicar cómo funciona el enrutamiento estático. En resumen, el enrutamiento es el proceso de mover datos e información entre redes, que puede configurarse de forma estática o dinámica.
Lo que quiere decir que, en el modo estático, cada detalle del flujo de datos es gestionado manualmente por el administrador de la red. Si hay alguna modificación, intencional o no, se debe actualizar este cambio de ruta.
Es decir, no importa el problema que provoque la interrupción de esta comunicación, el router será incapaz de encontrar nuevos medios de comunicación por sí mismo. Por lo tanto, la reconexión tendrá que ser realizada por una persona cada vez que haya una interrupción. Así como en la metáfora del principio: el agua no tiene medios para encontrar nuevas formas de fluir. Se quedaría allí, estancada, hasta que alguien abra un nuevo camino.
¿En qué casos es ventajoso el enrutamiento estático? Todavía se utiliza en los entornos de red para diferentes propósitos, incluyendo rutas por defecto para una red con una sola conexión. Por ello, acaba siendo ideal en redes pequeñas equipadas con pocos routers.
Flexibilidad
Esta palabra es muy utilizada para describir el enrutamiento dinámico. Retomando el ejemplo del río: el agua del río «bordearía» las interrupciones que se le avecinan, por sí solo, manteniendo su caudal siempre en marcha.
Así es como, en el modo dinámico, los routers pueden descubrir cualquier información automáticamente y compartirla con otros routers a través de protocolos de enrutamiento dinámicos.
Estos protocolos de enrutamiento dinámico no son más que un lenguaje utilizado por un router para comunicarse con otros routers. El objetivo es compartir información sobre la accesibilidad y el estado de las redes.
De esa manera, surge la primera de las ventajas del enrutamiento dinámico: determinar automáticamente la mejor ruta hacia un destino, si la actual ruta se vuelve inaccesible. En las empresas con un gran flujo de información, los beneficios son numerosos, principalmente al evitar las interrupciones, que generarían una serie de consecuencias negativas, como retrasos en las entregas de productos y ociosidad de los empleados.
Con el enrutamiento dinámico, la situación es diferente. Porque, los dispositivos «aprenden» la información de forma automática, por tal razón no es más necesaria la configuración manual de las rutas en cada aparato. Y en situaciones de fallo, los protocolos de enrutamiento generan automáticamente una nueva ruta, obviando el fallo, sin tener que cambiar la configuración.
Sin embargo, algunos puntos requieren una atención especial. Uno de ellos es que los protocolos de enrutamiento dinámico crean tráfico adicional en la red. Además, pueden producirse loops de paquetes mientras se intercambia información de enrutamiento entre los routers.
Además, mientras los routers se esfuerzan por comprender la totalidad de la situación en caso de interrupción, los paquetes hacia el mismo destino pueden enviarse por rutas diferentes. Así, los enlaces bidireccionales pueden tratarse de forma diferente, lo que confunde la gestión de la red y la ejecución de las aplicaciones de red.
A diferencia del enrutamiento estático, el enrutamiento dinámico utiliza complejos algoritmos de enrutamiento para realizar las operaciones de enrutamiento. Esto implica, entre otras cosas, especificar un procedimiento para pasar -y recibir- información sobre la accesibilidad de la red a otros routers.
Por su magnitud, la elección del modo estático o dinámico debe ir acompañada de profesionales cualificados y empresas especializadas, como OSTEC. Para saber más, hable con nuestros expertos.
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