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Recientemente, la aprobación de la Ley General de Protección de Datos de Carácter Personal, en Brasil, fue un logro importante para todos los ciudadanos, especialmente en lo que se refiere a la protección de un principio constitucional esencial ante la era de la (des)información en la que vivimos: la privacidad.
Este acontecimiento coloca a Brasil al nivel de Chile, Colombia y México con lo que respecta al marco jurídico que busca garantizar la privacidad de los usuarios a lo largo de todo el ciclo de vida de los datos, es decir, desde el momento de la recopilación, proceso y envío, hasta la eliminación de los datos personales.
Además de eso, la LOPD y demás leyes, también buscan proteger los datos personales con el objetivo de garantizar la autodeterminación informativa, que es el derecho que posee el individuo de mandar sobre su información personal, y así pueda decidir sobre la recopilación y uso de sus datos personales.
Así, con el fin de garantizar la protección de estos y otros derechos la ley, en estos 4 países en general, señala principios que el procesamiento de datos debe respetar:
Calidad o veracidad: garantía a los titulares de los datos de la exactitud, claridad, pertinencia y actualización de los mismos, en función de las necesidades y para el cumplimiento de la finalidad de su tratamiento.
Lealtad o licitud: la recolección de datos no puede hacerse a través de medios fraudulentos, desleales o ilícitos.
Legalidad: El tratamiento es una actividad reglada que se sujeta a ley.
Finalidad: llevar a cabo tratamientos con fines legítimos, específicos, explícitos e informados previamente al interesado, sin posibilidad de tratamientos posteriores que sean incompatibles con dichos fines.
Libertad o Consentimiento: todo tratamiento de datos personales estará sujeto al consentimiento de su titular.
Acceso y circulación restringida: compatibilidad del tratamiento con las finalidades informadas al interesado en función del contexto del tratamiento.
Proporcionalidad: limitación del tratamiento al mínimo necesario para el cumplimiento de sus fines, con una cobertura de los datos pertinentes proporcionada y no excesiva en relación con los fines del tratamiento de datos.
Transparencia o información: garantizar a los interesados información clara, precisa y de fácil acceso sobre la realización del tratamiento y sus agentes de tratamiento, siempre que se respetando el secreto comercial e industrial.
Seguridad: utilización de medidas técnicas y administrativas para proteger los datos personales del acceso no autorizado y de su destrucción, pérdida, alteración, comunicación o difusión sea accidental o ilícitamente.
Confidencialidad: garantía de que las personas con acceso a informaciones de cualquier tipo que se encuentre en Bases de datos, están obligadas a garantizar la reserva de la información.
¿Cómo hago para garantizar el cumplimiento de los principios de la LOPD?
Sin duda, el cumplimiento de los principios de la LOPD, requerirá una serie de ajustes en la mayoría de las empresas envueltas. ¡El resultado no podía ser diferente! El incumplimiento de los principios aquí esclarecidos, además de otras obligaciones previstas por la ley, puede dar lugar, por sí mismo, a la imposición de una serie de sanciones, desde multas hasta la publicación y exclusión de datos.
En otras palabras, para asegurar la búsqueda de cumplimiento, es necesario revisar los procedimientos a través de metodologías estructuradas, a través de un equipo capacitado de las áreas técnicas y legales y mediante un análisis de todo el ciclo de vida de los datos dentro de la empresa. ¡Esté preparado!
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